Lightbown, Patsy (2011). How languages are learned. oxford University Press. England.
IDEAS MÁS COMUNES ACERCA DEL APRENDIZAJE DE IDIOMAS
“CUANTO MÁS TEMPRANO SE INTRODUZCA LA SEGUNDA LENGUA EN LA ETAPA ESCOLAR, MÁS EXITOSO SERÁ EL PROCESO DE APRENDIZAJE”
Traducido del inglés por Johanna Reyes Malca, CTP 0059
https://drive.google.com/file/d/0BxTV1HBaNngkOUFFUjlXdnk0blU/edit?usp=sharing
VER TEXTO COMPLETO EN INGLÉS, REMITIRSE A INCISO 5.
https://drive.google.com/file/d/0BxTV1HBaNngkd2N3X1BTdGVRUGc/edit?usp=sharing
REFLEXIÓN
“CUANTO MÁS TEMPRANO SE
INTRODUZCA LA SEGUNDA LENGUA EN LA ETAPA ESCOLAR, MÁS EXITOSO SERÁ EL PROCESO
DE APRENDIZAJE”
Decidí traducir este artículo como
evidencia de información debido a mi interés por compartir algunas de las ideas
más difundidas respecto del aprendizaje de una lengua extranjera y vincularlas
con el del desarrollo psicológico.
En muchas ocasiones, familiares y
amistades me han preguntado cuándo debe empezar un niño a estudiar inglés. La
preocupación de los padres porque sus hijos dominen una lengua extranjera a la
brevedad posible los hace cuestionarse y, en muchos casos, tomar decisiones
apresuradas que solo traerán consecuencias negativas. En efecto, exponer a un
niño a una segunda lengua es una decisión muy importante pues es claro que no
sólo se va enseñar la lengua, sino también se le va a exponer a otra cultura,
con otros usos y costumbres. En consecuencia, es necesario considerar muchos
factores, que van desde para qué quiero que mi hijo aprenda hasta los
directamente vinculados con el niño, especialmente aspectos fisiológicos y
psicológicos. Ahora me referiré a estos últimos.
La edad cronológica coincide en la
mayoría de casos con la edad mental. Este es uno de los aspectos más
importantes que deben considerarse cuando se pretenda exponer a un niño a una
segunda lengua. Un niño de tres o cuatro años, por ejemplo, no será capaz de
decir si la lengua que le van a enseñar le gusta o no, así como tampoco podrá
diferenciar su lengua materna de la extranjera. Sucede que su mundo gira en
torno a él y no es capaz de trascenderlo ni mucho menos establecer
comparaciones y relaciones que le permitan aprender significativamente esta
segunda lengua. El niño hará su mejor esfuerzo, pero en muchos casos, solo
perderá tiempo valiosísimo, y en el extremo, se generará traumas que tardarán
mucho en sanar. Es bien sabido que aprender una lengua extranjera puede ser un
proceso muy gratificante –cuando obtenemos buenos resultados- o totalmente
descorazonador –cuando los resultados no son los que esperamos. He allí que hay
que tener mucho cuidado de cuándo, dónde y cómo exponer a nuestros hijos a una
lengua extranjera.
El caso típico se da en el Perú, donde
nuestros nativos se ven obligados a aprender el castellano, lengua de
comunicación masiva, desde muy temprana edad, dejando de lado sus propias
lenguas maternas, ricas en cultura y tradición. Considérese que las lenguas son
además cultura e identidad. Un nativo despojado a la fuerza de su lengua
materna, crecerá con una identidad mermada y quizás, lleno de rencores. En
consecuencia, considerar aspectos psicológicos y emocionales es trascendental
para decidir estudiar una segunda lengua.
Finalmente hay que tener presente que
el niño se formará mejor en una lengua extranjera cuando sea más capaz de establecer
las relaciones adecuadas, diferenciar lo propio de lo ajeno, prestar atención
por periodos más prolongados a fin de retener mejor, y tomar algunas de las decisiones pertinentes
a este proceso de aprendizaje, y esto viene con la edad, con la madurez del
individuo.
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